miércoles, 26 de abril de 2017

El templo de artemisa

Fue un templo ubicado en la ciudad de Éfeso, Turquía, dedicado a la diosa Artemisa, denominada Diana por los romanos. Su construcción fue comenzada por el rey Creso de Lidia y el conjunto arquitectónico databa del siglo VII a.C., y en su construcción intervinieron varios arquitectos, todos cretenses: Quesifronte, Metágenes, Deinócrates, Peonio y Demetrio.y duró unos 120 años. Destruido por un incendio intencionado en 356 a. C., Alejandro Magno ordenó su reconstrucción, culminada tras su muerte en el año 323 a. C. Este nuevo templo, que debe ser considerado como el incluido dentro de la lista de las maravillas, fue destruido a su vez por los godos durante un saqueo en el año 262.

Sus restos aprovechados como cantera por los bizantinos. Actualmente quedan pocos restos visibles.

Modelo del Templo de Artemisa, Parque de las Miniaturas, Estambul, Turquía. 

Ubicación:

El templo de Artemisa se encontraba en la antigua ciudad de Éfeso, a unos 50 km al sur de la moderna ciudad portuaria de Esmirna, en Turquía, en el valle a los pies de Ayasoluk.

Se construyó en honor de Artemisa, la diosa griega de la caza y la naturaleza.

Organización:

El templo era de pequeñas dimensiones y estaba rodeado por un numeroso «bosque» de enormes columnas jónicas, a cielo abierto, que se alzaban sobre un gran krepis (basamento) rectangular de mármol, formado por tres escalones (dos inferiores o estereóbato y uno superior o estilóbato).

El templo estaba compuesto por numerosos edificios, que los arqueólogos denominaron con letras sucesivas. El edificio más antiguo e importante era el Templo de Artemisa.

El santuario hacía, además, funciones de banca de toda el Asia Menor, poseía importantes propiedades y era considerado como un lugar de asilo.



Historia:

El lugar sagrado de Éfeso era mucho más antiguo que el templo. El geógrafo Pausanias afirmó que existía muchos años antes de la inmigración Jonia y que era, incluso, más antiguo que el culto al Oráculo de Apolo en Dídima. Los anteriores habitantes de la ciudad eran léleges y lidios.

El lugar en el que se fundó el santuario de Artemisa había sido ya objeto de veneración por las poblaciones locales que practicaban allí el culto a la Diosa madre o a Cibeles, culto al que después se asimiló el de Artemisa.

La gran abundancia de exvotos, desde el siglo VIII a. C., demuestra un lugar de culto. El edificio más antiguo que corresponde a la primera fase, se trata de un altar, al que siguió la construcción de algunos templos de pequeñas dimensiones (naískois). De éstos, el que precede al templo arcaico fue levantado hacia el 600 a. C. Medía 14 x 28 m y estaba rodeado por un muro de cierre.

La construcción del edificio requirió muchísimo tiempo. Plinio el Viejo y Marco Vitruvio afirman que los trabajos prosiguieron durante 120 años. y que fueron varios los arquitectos que los dirigieron. La primera construcción del templo data del siglo VIII a. C., y fue destruido por los cimerios.

El templo fue diseñado y se eligió un terreno rocoso como precaución frente a terremotos, según Plinio el Viejo. El templo se convirtió en atracción turística, visitado por mercaderes, reyes y viajeros, que pagaban tributo a Artemisa en forma de joyas y otros bienes. Su esplendor también atrajo adoradores que formaron el culto de Artemisa.

El templo era respetado como lugar de refugio, tradición que se trasladó al mito con las amazonas que se refugiaron allí tanto de Hércules como de Dioniso.

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