Como su décimo trabajo, a Heracles le fue ordenado robar el ganado del gigante Gerión. Mientras cruzaba el desierto africano, Hercules atosigado por el calor, disparó una flecha a Helios, el Sol, el cual le rogó que parase. Este lo hizo a cambio de la copa de los dioses, que les permitía cruzar fácilmente el Mediterráneo, con lo cual llegó rápidamente a Eritia. Heracles, entonces mató a Ortro y luego a Euritión. Cuando llegó donde Gerión, lo venció de tal manera que desgarró su cuerpo en tres partes.
Heracles luchando con Gerión. Ánfora datada en ca. 540 a. C. Museo del Louvre |
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